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sábado, 12 de junio de 2010

Sopera y Panadera, lo más destacado en el arranque de Gestalgar


Las dos vacas de Daniel Machancoses protagonizaron lo más destacado del primer fin de semana taurino de la localidad valenciana de Gestalgar. Sopera y Panadera rayaron el nivel más alto de los cinco festejos celebrados los días 6 y 7 de febrero. Un año más la Asociación Taurina de Gestalgar es la encargada de realizar los festejos taurinos. J. Silvestre
 
Cerró la noche del sábado 6 la embolada del toro nº 52, Chasquito de nombre. El colorado salió bien del pilón, muy enterado de lo que hacía tras las muchas emboladas que realizó en el pasado año 2009. Chansquito estuvo a un nivel aceptable, pero no fue el toro que es. Tuvo movilidad, entró con fuerza al recorte e incluso llegó a cruzar la embestida, llegando a transmitir emoción en alguna de las suertes que le dio Grandu con vueltas incluidas.
Para el aficionado lo más destacado llegó con la exhibición de Sopera, primera de la apetecible noche. Pero en ocasiones ves acciones de esas que no sueles ver, esa fue Panadera.
La primera fue la que dice va, y va. Sin mentiras ni tapujos. La que se estira y acomete codiciosa, la que es capaz de acompañar al bípedo hasta la mismísima puerta de casa y la que si te descuidas entra sin llamar. Sopera en parado pegó con fuerza, sin miedo, con fiereza. Le invitaron a correr y esta no desestimó, llegando incluso a rematar en hierros, tocando al hombre cuando él creyó tomar olivo. Sensacional, vaca veterana de las que hace ganado. Una pena que a lo largo de temporada tenga sus altos y sus bajos.
Si la primera fue seria, la segunda sacó la seriedad en modo de astucia, sensación de peligro, control, mando. Quien pensó pasarla, en última instancia tuvo que rectificar. Subió y bajó las escalera a gran velocidad y calculó en todo momento el poco terreno que se le puede pisar en Gestalgar. Lo que vino a recordar Panadera es que jamás hay que perderle la cara a un animal. Les cuento. Arriba de las peculiares jardineras de la localidad –las podríamos comparar con la típica pirámide pero únicamente con dos escalones de medio metro cada una- se encontraban varios hombres. Si la res sube por un lado, ellos se esconden por el otro y viceversa. Lo que no te sueles esperar es que, la brava en parado y sin ser citada cruce por las jardineras, salte por el medio. Es decir, que cuando Panadera, en la parte baja del recorrido exhibía su impecable presencia –muy bien presentadas las tres reses de Daniel- los tres amigos se encontraban en la parte de arriba de la misma y sin aviso ésta se lanzó como un relámpago al vulto a gran velocidad, pillando –nunca mejor dicho- con los pantalones bajados a los que allí se encontraban; uno hacia la derecha, otro hacia la izquierda y otro quieto: resultado cogida.
Buen arranque de año para el ganadero de Picassent que arranca su segunda temporada en solitario.

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